Matorrales. Dispersa en diversos matorrales orientales del Altiplano, principalmente en el norte de Jumilla y este de Yecla. Aunque no es una especie amenazada, debido a las sequías de los últimos años, se observa que los problaciones están sufriendo un cierto retroceso. Dada su vistosa floración y mayor tolerancia al calcio que otros brezos, se cultiva ocasionalmente como ornamental.