Chaenorrhinum rubrifolium var. intermedium Pau
Terófito. Planta herbácea, rizomatosa. Escapo de 4-15(50) cm de longitud, de erecto a flexuoso, estriado, con algunos pelos glandulares. Hojas caulinares 3-4, 5-14 x 2-3 cm, envainadoras, aquilladas, lanceoladas, erecto-patentes. Inflorescencia racemosa, espiciforme. Brácteas erecto-patentes, de lanceoladas a linear-lanceoladas, glandular pubescentes, de longitud variable, las inferiores mucho más largas que el ovario, las superiores subiguales. Sépalos 15-20 x 6-8 mm, purpúreos, oval-lanceolados, patentes o curvados. Pétalos subiguales. Labelo 15-22 mm de longitud, blanquecino, lobulado, hipoquilo cóncavo, epiquilo oval-lanceolado. Cápsula erecta.
Prados terofíticos sobre arenas y pizarras, más raramente sobre calizas, margas y yesos, en ambientes cálidos, dentro de los pisos termo-mesomediterráneo con ombrótipo semiárido-seco. Son especies acompañantes Biserrula pelecinus, Notoceras bicorne, Linaria simplex, Linum strictum, etc.
Endemismo de óptimo en el Sector Almeriense, principalmente distribuido por la mitad sur de la provincia de Murcia y más raramente en poblaciones disyuntas de Almería hasta la Sierra de Baza (Granada). En Murcia se encuentra en varias localidades de las sierras de Cartagena, Carrascoy, falda sur de Sierra Espuña, falda sur de Almenara, Purias y La Tercia (Lorca), Sierra de Enmedio (Puerto Lumbreras), alcanza la Sierra de Ricote por el interior.
Dado el carácter terofítico y su peculiar ecología, sus poblaciones son muy fluctuantes en número de individuos de un año a otro. La conservación debería centrarse en garantizar su supervivencia en varias localidades mediante seguimiento exhaustivo e incluso mediante aislamiento o vallado. También es imprescindible la recolección de germoplasma y su conservación ex situ.
La subsp. grandiflorum correspondería fundamentalmente a las poblaciones almerienses de los yesos de la comarca de Sorbas y Tabernas, sin embargo la subespecie carthaginense también ha sido citada en las mismas localidades dado que las diferencias morfológicas son casi imperceptibles. Son necesarios estudios de otra naturaleza (genéticos, etc.) que clarifiquen la validez de las dos subespecies.